Perllongació de la Gran Via, 1928 (1)

L’altre dia vaig compartir una entrevista al alcalde Just Oliveres i Prats de 1930, on es referia a que l’ajuntament tenia un deute de 700.000 pessetes derivat de la perllongació de 800 m de la Gran Via (en aquell moment també dita calle Cortes), des de la riera Blanca fins a la carretera del Prat, i que havia iniciat l’alcalde Tomás Giménez.

He trobat aquestes dues fotografies realitzades a l’any 1928 on podem observar aquestes obres. Les xemeneies de l’esquerra formen part de la fábrica de filats Caralt-Pérez i companyia, i una mica més enllà trobaríem la riera Blanca. A la dreta podem veure la falda de la muntanya de Montjuïc. El que veiem al fons són els edificis de l’exposició.

A la memoria de l’exercici de 1928 es deia sobre aquesta obra:

 “Una obra personal del Alcalde y tomada con gran cariño por todos los elementos del Consistorio, ha sido la prolongación de la calle de Cortes, desde la Riera Blanca, final del término municipal de Barcelona, hasta la carretera de Prat de Llobregat.

Muchos fueron los requerimientos de las autoridades superiores de Barcelona para que el Ayuntamiento de Hospitalet se decidiera a prolongar este tramo de Gran Vía que se considerava indispensable para trasladarse al Prat de Llobregat y a los aeródromos, en este término establecidos; pero la dificultad de siempre, el problema económico, el tener que pagar la obra, era el que retardaba las aspiraciones de la Corporación Municipal.

El Sr. Alcalde, después de varias entrevistas con las autoridades de la Provincia, en las que expuso sus puntos de vista relativos al problema económico, buscó una ayuda en la Diputación Provincial, que se obtuvo, consistente en que esta Corporación construiría de momento la Gran Vía en una amplitud de seis metros y que el Ayuntamiento de Hospitalet ayudaría, ampiándola hasta diez, para que la Gran Vía ofreciera un mejor aspecto y facilitara la circulación.

Requerimientos posteriores, cuando la Diputación Provincial tenía ya el proyecto y había realizado ya la subasta, adjudicada que fué al Fomento de Obras y Construcciones, obligaron al Ayuntamiento a ampliar los diez metros de calzada, de que hemos hablado antes, hasta cincuenta, anchura máxima, igual a la que tiene en Barcelona dicha Gran Vía. Para ello la Comisión de Fomento estudió el problema, y después de varios trámites, redactó el dictamen de ampliación del terraplenado, y además propuso la construcción de alcantarillas y el muro de contención de tierras a los efectos de que la obra fuese definitiva y nunca más hubiera de pensarse en ella.

Todas estas obras fueron adjudicadas a la Sociedad Fomento de Obras y Construcciones, previos los trámites legales, la que se comprometió a realizarlas a base de los mismos precios con que realizaba las obras de la Diputación Provincial.

Al escribir estas líneas, las obras están ya completamente terminadas, dando un aspecto de grandiosidad, digno del mayor elogio.

El coste de las obras es de 682.179,20 ptas., que el Ayuntamiento pagará en cuatro anualidades, una cuarta parte en cada uno de los ejercicios 1929, 1930, 1931 y 1932.

Desde la Riera Blanca hasta la Carretera que conduce al Prat, la Gran Vía tiene una longitud de 880 metros.

La distribución de la calzada se ha cambiado completamente, siguiendo el mismo trazado que se seguirá en Barcelona desde el paseo de la Industria hasta la Riera Blanca.

El trazado es el siguiente empezando por el lado del mar:

Una acera de cuatro metros. Un gran arroyo de quince metros, destinado al tránsito ligero. Un paseo para el paso de peatones de 15 metros de anchura. Un paso para doble línea de tranvías de seis metros de anchura. Un arroyo para el tránsito secundario de 6 metros y una acera de cuatro metros.

Los propietarios afectados vendrán obligados, cuando edifiquen, a reintegrar al Ayuntamiento el coste proporcional de la pared o muro de contención, que podrán utilizar para edificar, por haberlo tenido en cuenta el Ayuntamiento, y a pagar también la parte proporcional de cloaca, por el número de metros de fachada, que utilizarán para la conducción de las aguas residuales.

Merced a este esfuerzo que ha realizado el Ayuntamiento, cuenta ya la ciudad con un tramo de Gran Vía, buen augurio para hacerla llegar hasta el río Llobregat, y que permite trasladarse de Barcelona al Prat con comodidad y gran rapidez. Por otra parte, con estas obras se ha descongestionado el tránsito rodado de la Bordeta, cada día más difícil y cada día más complicado.

Hay que hacer constar, para satisfacción de todos, que los propietarios de terrenos han cedido gratuitamente los viales, haciendo el problema más fácil de solución, y de ejecución más rápida”.

REFERÈNCIES

• Continuar llegint la segona part de l’article
• Memoria del ejercicio de 1928. Ayuntamiento de la ciudad de Hospitalet
• Entrevista a l’alcalde Just Oliveras i Prats, 30/03/1930
• Extens article sobre l’exposició de 1929 a la Viquipèdia